Probablemente, muchos de los lectores hayan oído las últimas noticias sobre los ciberataques de ransomware ocurridos la semana pasada en España. Este tipo de malware no es tan conocido como otros como los troyanos o gusanos. Sin embargo, la importancia de los mismos podría hacer que llegasen a conocerse a nivel mundial.
Se trata de un programa malicioso (malware, comúnmente conocido como “virus”) que se infiltra en un sistema, cifrando todos los archivos o datos del disco duro y dejándolo inutilizado, de modo que sólo presenta una pantalla donde se pide un rescate a la víctima por la recuperación de sus datos mediante la entrega de la clave necesaria. Este rescate normalmente es en Bitcoins para hacerlo más anónimo.
Su nombre viene del término inglés ransom, que en español significa secuestro. Y, como podemos observar, es exactamente igual que un secuestro, pero en este caso de información.
Este tipo de ataques pueden ser muy destructivos para una empresa si no se dispone de las medidas de backup necesarias, que dispongan en un espacio de tiempo razonable de un método para restablecer la copia de seguridad. Es muy importante minimizar ese plazo, ya que durante el proceso de restauración, probablemente nos encontremos cerca de la actividad cero, con el consiguiente impacto sobre el negocio o entidad afectada. Es digno de mencionar el proyecto internacional No More Ransom, en el que participa la Europol para combatir los ataques ransomware. Aunque en muchas ocasiones lo más que podrán hacer será identificar el tipo de ataque, contener la infección y aislar los equipos comprometidos, dada la dificultad de revertir el cifrado de archivos.
Este tipo de ataques, que buscan un interés económico, tienen un altísimo impacto en Pymes, ya que las pequeñas y medianas empresas aún no tienen suficiente concienciación en materia de ciberseguridad, y siempre cuentan con un limitado presupuesto tecnológico, que normalmente se deriva a otras áreas orientadas a producir beneficios: marketing, SEO, etc…
Los ataques ransomware hasta ahora buscaban infectar el mayor número de equipos para que al menos un reducido número de víctimas, pagase el rescate. Un ejemplo fue el conocido ataque WannaCry que en mayo de 2017 afectó seriamente a grandes compañías como Iberdrola, Telefónica y el Servicio de Salud británico. Infectó más de 140.000 ordenadores por todo el mundo.
Los nuevos ransomware son ataques hechos a “medida” que se alimentan de fuentes abiertas (OSINT) e ingeniería social para centrar el ataque en una víctima y comprometer todo su sistema, paralizando absolutamente la actividad y forzando a tomar una decisión inmediata. Durante este año hemos podido ver desde centrales eléctricas que desabastecían toda una región de electricidad por este ataque, a ciudades enteras como Baltimore en EEUU cuyas entidades públicas se vieron paralizadas por completo.
Nuestro país también ha sido objetivo de los cibercriminales: hace unas semanas vimos como el Ayuntamiento de Jerez de la Fontera tambiñen era víctima del ransomware “Ryuk”, quedando totalmente bloqueado. O también el Ayuntamiento de Minas de Riotinto, que fue atacado en octubre, dejando la práctica totalidad de sus sistemas sin servicio. Podríamos decir que este tipo de ataques son el “spear ransomware” similar a los “spear phishing”, dirigidos y mucho más avanzados y elaborados.
Estos ataques, en una Pyme, pueden producir desde un ligero impacto hasta su total desaparición. Se calcula que en torno al 60% de las Pymes tras un ataque ransomware efectivo, desaparece antes de un año.
Si te has visto afectado por un ataque ransomware, lo más importante que debemos hacer es no acceder al chantaje y pagar el rescate. Nadie debería considerar pagar y vamos a intentar explicar el por qué:
Si nos vemos afectados, la diferencia está entre si el ransomware nos ha caído “de rebote” o alguien nos ha puesto en el punto de mira. LA diferencia es muy clara, respecto al nivel de profesionalidad y dedicación de los cibercriminales. Si hemos sido víctimas de una infección cualquiera, por inundación, es muy poco probable que quien la diseñó haya previsto a la misma de un mecanismo para revertirla, ¿Qué sentido tendría? Una vez cobrado, adiós lo acordado…
Hay un segundo caso, en el que quien nos haya puesto el ojo encima haya utilizado también la ingeniería necesaria para revertir el proceso, y pagando, volvamos a tener acceso a nuestros archivos. Pero esto, lejos de ser una buena noticia, lo hace aún peor: Alguien ha tenido acceso a nuestros sistemas, puede que haya extraído toda la información necesaria y ahora, con nuestro dinero, además se haya garantizado la persistencia en el sistema, con lo cual, sigue teniendo “las llaves de nuestra casa”.
En primer lugar, cabe comentar que es imposible estar protegido por completo de este tipo de ataques o cualquier otro. Sin embargo, podemos tomar medidas preventivas que ayuden a reducir el riesgo:
Quedando claro que nunca hay que ceder a este tipo de chantajes, lo importante es disponer de un método rápido y eficaz de restauración de las copias de seguridad de todos los archivos importantes, junto con una buena política de backup, por supuesto.
Da igual el tamaño que tenga tu empresa; si quieres protegerte ante un ransomware o cualquier otro tipo de amenaza, no dudes en contactar con Hard2bit. Somos una empresa de Ciberseguridad especializada en todo tipo de seguridad informática.
Fuentes: https://www.empresas.blogthinkbig.com // https://www.pmg-ssi.com
En el umbral de una nueva era, la intersección entre la inteligencia artificial (IA) y…
El Directorio Activo (AD) de Microsoft es una de las implementaciones de servicios de directorio…
Las tecnologías cuánticas, una de las fronteras más emocionantes de la ciencia y la ingeniería…
¿Te has encontrado alguna vez con un correo electrónico, un mensaje de texto o una…
Hoy vamos a desglosar con profundidad un tema crítico: "Los peligros de las redes sociales…
En el ciberespacio, una guerra digital se libra entre delincuentes cibernéticos y defensores de la…