En Suecia algunos ciudadanos se están implantando un microchip como sustituto del DNI. ¿Harías lo mismo si tuvieras oportunidad?
Las tarjetas tienen los días contados: los implantes de microchips son el futuro, y gracias a ellos podremos tener el DNI, la tarjeta de crédito y cualquier otro tipo de identificación que se nos ocurra. Y no es una película de ciencia fición: en Suecia ya está ocurriendo. Durante los últimos 3 años, 3000 personas se han puesto uno.
No es algo nuevo. En este país está ocurriendo desde 2015, aunque ahora son personas normales con gustos normales (sin tratarse de frikis de la tecnología) las que lo están haciendo. Personas como podrías ser tú que por trabajo o comodidadestán probando esta nueva tecnología.
Estos chips, que son tan pequeños como un grano de arroz, se inserta en el codo que hay entre el dedo pulgar y el dedo índice. Dentro de ellos se puede almacenar lo que sea, siempre y cuando tenga espacio suficiente, claro.
¿Cómo funciona? Muy sencillo, casi del mismo modo que lo hace tu móvil cuando vas a pagar con él en una tienda o del modo en que funciona el NFC de tu tarjeta del banco (que, en esencia, es la misma tecnología).
Con este sistema, podrías pagar en una tienda, entrar al tren, encendere tu coche o abrir la puerta de tu casa, y todo ello sin llevar encima una tarjeta de crédito, el bono del tren, la llave del coche y la de casa. Todo con tu móvil. Lo mejor de todo es que no necesita batería, ya que se realimenta mediante ondas, por lo que tendrías disponibilidad siempre y nunca te quedarías colgado, como podría ocurrirte con el teléfono.
Simplemente sería necesario acercar esa parte de la mano al dispositivo con el que queremos interactuar, bien sea un datáfono para realizar un pago o una cerradura inteligente. Como máximo, el chip podría estar separado de la mano a este dispositivos unos 4 centímetros, la distancia a la que el NFC deja de ser efectivo.
El problema de esto es muy obvio: es una tecnología invasiva y , aunque es sencillo instalarlo, no lo es tanto retirarlo. Para implantárnoslo es como si nos pusiésemos un piercing. Es una operación ambulatoria. Lo único que hace falta es una aguja especial, sin anestesia, y duele tan poco como si nos pinchasen en esa parte de la mano. No es necesario hacerlo en un entorno especial: puede ser en tu casa o en tu trabajo.
Una vez está instalado no necesita mantenimiento, y cualquier configuración o actualización se puede hacer a distancia. Es como los chisps que llevan los perros y los gatos: mediante un aparato que capta y emite ondas se puede cambiar cualquier cosa o realizar una actualización.
¿Te imaginas lo que podría ocurrir si toda la población tuviese uno de estos? Las empresas y el gobierno podrían saber dónde estás en cada momento en función de dónde ha sido la última vez donde has usado el chip. También podrían saber lo que haces en cada momento, si has entrado en el metro o si estás pagando en un restaurante.
Imagina el escándalo de Cambridge Analytica con esta información mucho más sensible.
Piensa que, mientras tú sigues llevando un bolsillo lleno de llaves y otro de tarjetas de todo tipo, en Suecia ya están usando esta tecnología. Y es el futuro.
Fuente:https://omicrono.elespanol.com
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