La realidad virtual, ¿una nueva de brecha de seguridad?
La realidad virtual llegó para quedarse en nuestra vida hace años y ya supone un cambio exponencial para nuestras vidas digitales. Sin embargo, dado que los orígenes de esta tecnología están ligados al Internet de las Cosas, la realidad virtual podría convertirse en el próximo “caldo de cultivo ideal para que los ciberdelincuentes encuentren un sinfín de brechas de seguridad” afirman desde Panda Security.
Hablar de realidad virtual no es, al menos por el momento, sinónimo de seguridad. Tanto es así que si analizamos algunos de los productos que ya están en el mercado, como las famosas Oculus Rift, incluyen en su política de privacidad una cláusula con la que evitan toda responsabilidad por los problemas generados por la falta de protección.
Riesgos en los entornos empresariales En este sentido, muchas plataformas de realidad virtual han sido diseñadas con los mecanismos de ciberseguridad más esenciales, al igual que ocurrió en los inicios del IoT. Por ello, “al igual que hace unos meses unos hackers consiguieron “tumbar” algunas de las webs y apliacaciones online más importantes del mundo infectando una red de cámaras conectadas, no sería de extrañar que en un futuro cercano oigamos hablar de ataques generados desde una red de gafas de realidad virtual, o ataques a usuarios de estos dispositivos”, señala Hervé Lambert, Retail Global Consumer Operations Manager de Panda Security.
Y esto, es algo a tener en cuenta no solo en el uso doméstico de este tipo de dispositivos sino, sobre todo, en el entorno empresarial ya que la realidad virtual ha sobrepasado el ocio y el entretenimiento y ahora, en el entorno empresarial, se está convirtiendo en una herramienta indispensable para muchos sectores. Por ejemplo, permite que los arquitectos visualicen el prototipo de un edificio en tiempo real, o que se pueda hacer la compra en unos grandes almacenes sin salir de casa. Por tanto, las compañías y organismos públicos que empiecen a trabajar con esta tecnología deberán preguntarse cómo pueden defenderla de potenciales ciberataques.
Pero, imaginemos por un momento que un hacker se hace con el control del dispositivo y es capaz de cambiar la imagen que genera. Si unos hackers modificasen la imagen virtual del plano de un edificio o la ubicación de una herida en el cuerpo de una persona, “las consecuencias de la manipulación en remoto de estos dispositivos sería drástica” sentencian desde Panda Security.