¿Sabes qué son el malware polimórfico y metamórfico y por qué son tan peligrosos?

En el artículo de hoy vamos a tratar de definir qué es el malware polimórfico y metamórfico. Vamos a intentar explicarlo.

Como ya sabemos, el malware puede llegar a múltiples formas. Son muchas las respuestas que podemos encontrar para navegar por la red, y aunque tenemos muchos programas y herramientas de seguridad con los que protegemos, no todos los tipos de malware son igual de peligrosos. Podemos encontrarnos con ransomware, keylogger, mineros de criptomonedas, …

¿Qué es el malware polimórfico?

El malware polimórfico es aquel que es capaz de modificarse a sí mismo, normalmente para evitar las protecciones instaladas en el sistema, que suelen buscar coincidencias completas con su base de datos.

Tiene un “núcleo” que siempre ataca de la misma manera. No importa cuantas veces cambie, siempre realiza las mismas acciones y siempre ataca de la misma forma. Eso sí, sigue modificando el resto de su código para mantener sus objetivos actualizados (borrar un archivo, abrir conexiones, copiarse a sí mismo,…).

Aunque su código cambie, y por lo tanto también su comportamiento, su función sigue inmutable, por lo que sigue siendo igual de eficiente y sigue provocando los mismos daños en el sistema que antes. No importa cómo lo consiga mientras que lo haga, el camino importa menos que el final.

¿Qué es el malware metamórfico?

Un virus metamórfico es aquel que puede transformarse en función de su capacidad para traducir, editar y reescribir su propio código. Se considera que es el virus más infeccioso, y puede causar graves daños en un sistema si no se detecta rápidamente. No hay nada más peligroso que un tipo de malware que es complicado de detectar. Si no somos capaces de saber qué tipo de amenazas tenemos, difícilmente podremos eliminarla y poner a salvo nuestro sistema.

Los motores de análisis antivirus tienen dificultades para descubrir este tipo de virus, ya que puede cambiar su estructura interna, reescribiéndose y reprogramándose cada vez que infecta un sistema informático. Es diferente de un virus polimórfico, que cifra su código original para impedir que lo detecten. Debido a su complejidad, la creación de virus metamórficos requiere un amplio conocimiento de programación.

Según los expertos, este tipo de malware está cada vez más presente en la inteligencia artificial. Esto significa que puede llegar a muchos más dispositivos y convertirse en un problema realmente serio para nuestro día a día. Es por ello que resulta más peligroso.

¿Cómo podemos protegernos de este tipo de amenazas?

Como hemos mencionado anteriormente, se trata de una variedad más peligrosa por el hecho de que es difícil de detectar. Es por ello que más que nunca es vital el sentido común: saber anticiparse a posibles problemas que comprometan la seguridad, no descargar archivos de sitios no oficiales o que inspiren poca confianza, evitar abrir correos basura que puedan contener malware, etc.

Del mismo modo es importante mantener nuestros sistemas actualizados. En ocasiones surgen vulnerabilidades que son explotadas por los ciberdelincuentes. Los propios fabricantes lanzan parches de seguridad para evitar esto.

Por último, tener siempre un buen antivirus y otros programas y herramientas de seguridad también ayuda a prevenir amenazas.

Fuentes: https://www.redeszone.net

                 https://www.omicraono.elespanol.com