Ten cuidado con lo que enchufas a tu coche; puedes estar abriendo la puerta a hackers
Prácticamente todos los coches fabricados en el siglo XXI cuentan con un puerto conocido como OBD-II, que permite conectar un dispositivo (normalmente por Bluetooth) y recibir información de diagnóstico en tiempo real sobre nuestro coche. Gracias a él, se puede saber, por ejemplo, más información sobre una luz de emergencia que aparezca en el salpicadero, pero actualmente se usa para mucho más que eso.
Aunque inicialmente estaba planteado para ser utilizado de manera puntual, en los últimos años este puerto ha experimentado una sobreexplotación con todo tipo de dispositivos, poniendo a nuestro coche en riesgo de ser hackeado. Entre estos dispositivos nos encontramos herramientas para conectar pantallas y obtener más información sobre el coche en tiempo real, registro de metadatos para hacer un historial de hábitos de conducción, etc.
El principal problema es que estos gadgets se conectan siempre que arrancamos el coche, y utilizan protocolos inalámbricos para comunicarse entre sí. Esto hace que tu coche sea vulnerable a todo tipo de ataques, como han demostrado los investigadores de seguridad de Argus Security.
Esta empresa ha descubierto un fallo en una de las herramientas de diagnóstico OBD-II que utiliza Bluetooth para transmitir la información. Esta vulnerabilidad permite a un atacante apagar el motor el coche cuando este está en funcionamiento, simplemente necesitando tener cobertura de la señal emitida.